
«Empresa e Iniciativa Emprendedora»
Convertirse en emprendedor, y convertir los proyectos en realidad requiere riesgo personal y esfuerzo.
L@s emprendedor@s son los héroes de nuestro tiempo y lo que pretendemos es potenciar el espíritu emprendedor.
Destacando y teniendo como referencia conceptos como:
- Innovación y desarrollo económico.
- Iniciativa, creatividad y formación.
- Empresarios de una pequeña empresa.
- Actividad empresarial.
- Plan de empresa: la idea de negocio.
Metodología para llevar a cabo los objetivos:
- Manejo de las fuentes de información sobre el sector, incluyendo el análisis de los procesos de innovación sectorial en marcha.
- La realización de casos y dinámicas de grupo que permitan comprender y valorar las actitudes de los emprendedores y ajustar la necesidad de los mismos al sector.
- Mantener el espíritu de innovación y actualización en el ámbito de su trabajo para adaptarse a los cambios tecnológicos y organizativos de su entorno profesional.
- Liderar situaciones colectivas que se puedan producir, mediando en conflictos personales y laborales, contribuyendo al establecimiento de un ambiente de trabajo agradable, actuando en todo momento de forma sincera, respetuosa y tolerante.
- Adaptarse a diferentes puestos de trabajo y nuevas situaciones laborales, originados por cambios tecnológicos y organizativos.
- Resolver problemas y tomar decisiones individuales, siguiendo las normas y procedimientos establecidos, definidos dentro del ámbito de su competencia.
- Ejercer sus derechos y cumplir con las obligaciones derivadas de las relaciones laborales, de acuerdo con lo establecido en la legislación vigente.
- Gestionar su carrera profesional, analizando las oportunidades de empleo, autoempleo y de aprendizaje.
- Participar de forma activa en la vida económica, social y cultural con actitud crítica y responsable.
Sin dejar de lado y teniendo muy presente que la formación profesional se construye sobre los pilares de pluralidad y flexibilidad.
Pluralidad, como en el resto de enseñanzas, porque cada alumno es único y diferente al resto y flexibilidad porque a menudo nos encontramos con alumnos que compatibilizan sus estudios con otras tareas o actividades y nuestro deber es ayudarles a conciliar ambas cosas.
Como consecuencia, la atención a la diversidad se constituye como un principio educativo básico para dar respuesta a la variedad de intereses, capacidades, motivaciones y, en definitiva, necesidades educativas del alumnado.
Llevando estos conceptos a su aplicación en el aula, la atención a la diversidad es el conjunto de acciones educativas que, desde un diseño curricular común.
Ofrecen respuestas diferenciadas y ajustadas a las características individuales de cada persona.
